Gitánforas. El escaparate de la locura

El gran escaparate del mundo. Habitar este escaparate se hace cada vez más inhumano. Este es el germen, la idea generadora de la propuesta. Insisto, lo que veamos dentro del escaparate es lo que verdade­ramente somos. Por eso la constante idea del escaparate, escaparate como algo trasparente, como algo que nos coloca frente al otro sin poder evitar ser vosotros, observados, analizados y sobre todo manipulados. Y que aunque lo queráis obviar, os aseguro que todos estáis dentro del escaparate, todos. Una gran crítica social. Un punto de partida para rehacernos, reconstruirnos dentro de esta locura lúcida. Limpiándonos desde muy dentro de después. Adquiriendo conciencia de la sociedad, desde el inconsciente, para que no nos afecte esta gran manipulación universal del sistema que nos impulsa a ser un producto y nos estropea el humanismo. Desde lo bufonesco, desde la locura, desde el escaparate, se dicen verdades que no pueden dejar de escucharse, una y otra vez. Atacamos contra la ignorancia y construimos una gran estructura de conciencia donde todos y digo todos, seremos reflejo, de este espejo que nos muestra la vida.

El Escaparate Urbano

El gran escaparate del mundo. Habitarlo se hace cada vez más inhumano. Lo que vemos dentro, es el reflejo de una insoportable manipulación. De ahí, la constante idea del escaparate como algo que nos coloca frente al otro sin poder evitar ser vistos, observados, analizados y sobre todo, manipulados.
Los personajes, desde lo bufonesco, construyen una gran estructura de conciencia, donde todos seremos reflejo, de este gran espejo que nos muestra la realidad del siglo XXI.
El escaparate urbano, es un espectáculo con una puesta en escena impactante y una estética visualmente atractiva. Además de contar con un texto brillante, que nos sitúa en la más absoluta actualidad. La banda sonora también ha sido creada exclusivamente para el espectáculo.En definitiva, una propuesta escénica, dotada de un lenguaje novedoso y original, que consigue la fusión perfecta entre diferentes disciplinas artísticas.

Ophelia

Ophelia, es la tercera y última parte de una trilogía iniciada con “Gitánforas (el escaparate de la locura”) y “Los demonios de Camille Claudel”.
Situándonos en la verdadera naturaleza humana de Ofelia podemos palpar un personaje hipnotizador, escalofriante y cargado de poesía. Ophelia pretende acercar el mito a la más absoluto contemporaneidad, a nuestro aquí y ahora. Mostrando todas las transparencias de ese comportamiento enigmático. Una Ofelia del siglo XXI. Una mujer que nos aguanta la mirada. Tanta la puesta en escena como la estética de sus personajes convierten esta propuesta en un trabajo visualmente atractivo. Parte de un texto absolutamente original, que desarrolla la idea de tres Ophelias, desde su origen hasta hoy, quedando constancia de la nueva mujer del siglo XXI. Un texto, estructurado de manera minuciosa y creado exclusivamente para el espectáculo, también la banda sonora es original, convirtiéndose en la composición de una ópera a través de diferentes épocas. Por otro lado, la propuesta aúna diferentes lenguajes escénicos: circo contemporáneo, fusión de diferentes danzas, ópera, visuales y una interpretación cuidada hasta el extremo, que da gran importancia a la verdadera historia de Ofelia.

SHOWCASE. El habitáculo de la mente

Después de la <strong>Trilogía DOPPELGÄNGER.</strong> (“Gitánforas. Hamlet. El escaparate
de la locura” “Los demonios de Camille Claudel” y “Ophelia”). La dramaturga,
directora escénica y fundadora de Laboratorio Tábatha Experimental de
Vanguardia, Esther Ruiz, nos sorprende una vez más con otro texto brillante.
<strong>“SHOWCASE”</strong>, está <strong>compuesta por seis partes contundentes y a la vez</strong>
<strong> poéticas,</strong> que a modo de partitura escénica y de forma milimétrica, disecciona y
nos disecciona la compleja y convulsa mente del hombre del siglo XXI.
Showcase, nos sumerge en una especie de montaña rusa emocional
continuada, a través de una puesta en escena inquietante.
En cuanto a la estética de la propuesta. Las señas de identidad son claras.
“LENGUAJE TABATHIANO” en estado puro. La fusión de diferentes disciplinas
artísticas potencian el espectáculo acercándolo a una intimidad inusual.

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Los demonios de Camille Caludel (Sala)

Treinta años de soledad y traición. Camille Claudel, es sin duda una de las más extraordinarias artistas de su época. Amante, musa, y colaboradora incansable de Rodin. Lo que no anuló su genialidad como escultora, aun teniendo que ser sombra de alguien a quien superaba, acabó de manera incomprensible, abandonada en un psiquiátrico, conversando treinta años con sus demonios, treinta años con sus sueños, y sobre todo, intentando durante treinta años, comprender cual debe ser la ubicación precisa, dentro de la genialidad de una (artista), imbuida en una época sociocultural adversa a cualquier manifestación artística hecha a través de las manos de una mujer.